El objetivo del proyecto FATE (Fall DeTector for the Elderly) es validar un dispositivo TIC innovador que han desarrollado los investigadores del Centro de Estudios Tecnológicos para la Atención a la Dependencia y la Vida Autónoma (CETpD) de la UPC, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y la seguridad de las personas mayores y frágiles que viven solas. El aparato detecta las caídas, tanto en el hogar como en la calle, y emite una alarma que activa el protocolo de emergencias médicas del SEM cuando es necesario. También es posible configurarlo para que un familiar o un cuidador reciba este aviso.
El sensor en cuestión se coloca dentro de un cinturón, que el paciente puede llevar tranquilamente durante todo el día. Además, el sistema se complementa con otro sensor situado en la cama, que detecta las ausencias prolongadas de la persona durante la noche, y el i-Walker, un andador inteligente.
En el momento en el que el sensor detecta que el usuario se ha caído, el dispositivo FATE emite automáticamente un aviso a la Central de Coordinación del 061 CatSalut Respon. El SEM geolocaliza el afectado gracias a los datos que ha recibido y, a continuación, se le llama telefónicamente para confirmar el accidente. De forma interna, el equipo de médicos y de enfermería del 061 CatSalut Respon valora la situación y, si es necesario, envía una ambulancia del SEM.
"Ahora estamos evaluando si el sistema perturba o no al paciente, y si realmente se trata de algo valioso para las personas mayores", explica el Dr. Joan Cabestany, responsable del proyecto FATE.
En la prueba piloto que se está llevando a cabo en Catalunya participan 75 pacientes, que pertenecen al EAP Sardenya y al Hospital Clínic (Grupo RESPAL). A todos ellos se les ha visitado en su domicilio para formarles. Los investigadores siguen semanalmente cada caso y se encargan de registrar las incidencias y, además, el SEM también realiza un seguimiento de los falsos positivos de caídas.
La prueba piloto comenzó a principios de este 2014 y, en la actualidad, se encuentra en la fase de cambio entre los grupos activo y de control. "Nos estamos fijando también en la experiencia del usuario con el cinturón", asegura el Dr. Cabestany. Cuando finalice el proyecto, dentro de medio año, se decidirá si se pasa a la fase de mercado. "Investigamos para mejorar la vida de la gente y hay que dar el último paso, el de la comercialización, porque si no fallaríamos en nuestro objetivo inicial", reflexiona el Dr. Joan Cabestany. De hecho, Sense4Care, spin-off de la UPC, ya trabaja en la comercialización del conocimiento generado a partir de las investigaciones que se están realizando.
De forma paralela, se están llevando dos pruebas piloto más en Irlanda, con 50 participantes, y en Italia, con 80 más, con el apoyo de las organizaciones públicas de salud.
El proyecto FATE no es el único que se coordina desde Catalunya en materia de prevención de caídas. El Dr. Andreu Català, director del CETpD de la UPC, es el responsable de la red europea E-No Falls (European Network for Fall Prevention, Intervention & Security), que agrupa a 18 socios de 10 países europeos. Esta red científica tiene como objetivo detectar buenas prácticas, coordinar actividades, implementar proyectos y consensuar planes de acción, estándares y especificaciones en este ámbito, en el marco de EIP-AHA de la Comisión Europea. La otra gran red europea es ProFouND, coordinada por la Universidad de Manchester.
Por otra parte, la UPC también lidera el proyecto REMPARK, para identificar en tiempo real el estado motor de los pacientes de Parkinson en la vida cotidiana. En el marco de este proyecto, se ha creado la base de datos más grande a nivel europeo sobre la sintomatología de esta enfermedad, un hito importante en este ámbito de investigación. Además, se está desarrollando y probando un sistema completo de monitorización y seguimiento de la evolución del paciente.
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